28 enero 2013

La fortaleza de The Following es su mayor debilidad.

Ya hace una semana que FOX tiró la casa por la ventana y se vistió de manteles largos al estrenar The Following; la serie que todos apostamos es la más fuerte en el midseason americano. Un piloto que recaudó la nada despreciable suma de 10.4 millones de espectadores quedando abajo de Alcatraz y Revolution quienes son las que tienen la corona en cuanto números el día de su estreno.

The Following llega de la mano de Kevin Williamson quien es mundialmente conocido por ser el padre de Dawson’s Creek, Scream, I Knew What You Did Last Summer, The Faculty y actualmente de los teen drama The Vampire Diaries y la fallida The Secret Circle. Esto, que para muchos (incluyendome) puede ser la mayor carta de recomendación para la nueva serie también puede ser su desgracia. A continuación les digo mi punto:
En The Following vemos a Joe Carrol (James Purefoy) ex profesor universitario quien fue capturado tras la muerte de 14 jóvenes universitarias por el agente Ryan Hardy (Kevin Bacon) quien logra encarcelar al asesino el cual ocho años después logra escaparse para terminar lo que dejó inconcluso cuando fue capturado. Aquí, el punto fuerte es que Joe no mata por el simple placer de matar, siempre busca la belleza y el arte. Siendo fanático de Edgard Allan Poe busca recrear sus mejores historias a través de los asesinatos y ahora cuenta con la ayuda de fieles seguidores que reclutó en internet para ayudarlo a cumplir su objetivo. Después de su huida el FBI llama al agente Hardy para que los ayude a capturarlo por segunda ocasión.

¿Les suena parecido?
Al ver The Following no podemos evitar hacer un recuento de algunas películas sobre asesinos seriales de los noventa y es que en cierta forma Williamson repite la fórmula de sus trabajos anteriores (asesinos, fraternidades y rubias) sin dejar de lado la eterna pelea entre el bien y el mal y el clásico héroe imperfecto lleno de fantasmas del pasado que regresa para enfrentar sus propios demonios. Sin embargo, el ritmo de la serie no deja que el espectador se aburra ni piense en otra cosa que no sea en pistas para llegar al asesino y se meta de lleno en los bien logrados flashbacks que ayudan a entender mejor la historia y reciba unos cuantos sustos dignos de cualquier thriller.

Aunque The Following puede caer ante la maldición de Alcatraz haciendo episodios con historias que concluyan en 40 minutos y se olviden de desarrollar personajes y la historia universal (sí, como siempre FOX) podemos decir que tiene muchos puntos a favor como la empatía entre los personajes y el plus de que el verdadero protagonista en la historia es el malo que juega con los otros personajes como si fueran sus títeres ya que como si se tratara del libro de Hardy planea una segunda parte llena de asesinatos con la ayuda de un culto que planea obedecerlo en todo.




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