01 febrero 2012

Una Historia de Terror Americana.

Me considero demasiado miedoso con todo lo relacionado a historias de terror y sucesos sobrenaturales como para ver una serie o película con esta temática, pero pudo más la curiosidad y las ganas de ver algo nuevo de los creadores de Nip Tuck y Glee, por lo que me aventuré en el mundo de American Horror Story.

Al ver el piloto de la serie demasiadas dudas se forman en la cabeza, no queda claro de qué trata la serie, el por qué de las situaciones, qué pasa con la casa, etc. No es hasta el tercer episodio que las dudas empiezan a disiparse un poco y las hipótesis comienzan a surgir.

La historia gira en torno a la familia Harmon y la casa que compran al mudarse a Boston, la cual deciden adquirirla en su afán por iniciar una nueva vida después de que deciden dejar Los Angeles por la aventura de Ben Harmon (Dylan McDermott) con una de sus alumnas. Ya instalados en la casa, a los Harmon comienzan a sucederles cosas de lo más extrañas, ruidos raros en el sótano, vecinos invasores, tours que pasan frente a la casa diciendo que es la casa de los asesinatos, etc.

A la fecha van tres capítulos de American Horror Story, cada uno más raro al anterior, lo que hace inevitable el no poder apartar la vista de cada epsiodio, lo que no quiere decir que sea una serie que va a revolucionar el prime time. Si ustedes conocen el trabajo de Ryan Murphy no me podrán negar que el hombre tiene ingenio, pero al final todas sus historias terminan relacionadas entre sí; por ejemplo, al ver American Horror Story no podemos negar el parecido con Nip Tuck, ya que las escenas homoeróticas que van a cargo de Dylan McDermott nos hacen recordar a varias situaciones en las que de vieron envueltos los doctores McNamara y Troy (Nip Tuck). Por ejemplo en el primer episodio podemos ver a McDermott salir de la regadera con una mini toalla que apenas le cubre sus partes nobles, cambia la escena y lo vemos enseñando sus asentaderas al levantarse sonámbulo y más descaradamente le hacen un primer plano (totalmente infundado) comiéndose un plátano de forma sugestiva. Otro de los personajes clave que hace remembranza a la serie de los cirujanos plásticos es Constance, vecina y madre de una niña con síndrome de down (las cuales son piezas clave en la historia), Constance es interpretada por Jessica Lange y al momento de verla no puedes evitar imaginarla en el consultorio de McNamara y Troy agendando una cirugía facial.

Aunque American Horror Story no se salve de caer en los cliché del género (familia que se muda a una casa nueva, almas en pena, sótanos malditos, vecinos que saben toda la historia de la casa menos los inquilinos, fantasmas que no encuentran la paz), no deja de ser una serie atractiva e interesante (por lo menos los 3 primeros episodios), sólo esperemos que de tanta historia que tiene la casa terminen saturándonos y haciendo que cambiemos de canal. Si son fans de las producciones de Ryan Murphy y el suspenso entonces es una serie que no se puden perder.

Como bonus y punto final podemos resaltar la historia entre la vecina Constance, el ama de llames (Moira O’Hara) y Tate Langdon (Evan Peters) el atormentado paciente del doctor Harmon. Sin duda, estos personajes nos darán muchas sorpresas.

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