01 febrero 2012

No más finales felices.

Todos en alguna etapa de nuestras vidas hemos leído o escuchado un cuento. Sabemos cómo se inician, el desarrollo y el desenlace, pero se han preguntado ¿Qué pasa después del “final feliz”?, ¿De verdad la princesa y el príncipe viven felices por siempre?, ¿Y si los cuentos de hadas de verdad existen?

Todas estas preguntas son respondidas en la nueva serie de ABC “Once Upon a Time”, cuyos escritores son los mismos de la exitosa serie “LOST”, lo que le da un plus a dicha serie.

Después de que el bien vence al mal y el príncipe y Blanca Nieves se casan, la malvada bruja regresa para lanzarles una maldición por haberla desafiado, todo lo que Blanca Nieves ama le será arrebatado y así el mal triunfaría sobre el bien. Tiempo después una embarazada y preocupada Blanca Nieves no puede estar tranquila por pensar en la maldición y junto al príncipe acuden a Rumplestiltskin para que les revele el futuro y saber qué pasará con ellos. Las malas noticias no se hacen esperar y les revela que la maldición de la malvada bruja los llevará a todos a un lugar horrible donde no existen los finales felices, y su única salvación es su hija, la cual al cumplir 28 años regresará por ellos y la batalla final dará inicio. Tras cumplirse la maldición de la malvada bruja, ésta triunfante y de pie sobre una abatida Blanca Nieves y un fallecido príncipe les anuncia su victoria y les dice que ahora todos irán a un lugar horrible, logrando así que el mal triunfe sobre el bien.

Es aquí cuando la historia de Once Upon a Tome da inicio, una historia donde nos podemos enfrentar a la soledad que tenemos como seres humanos, los deseos que esperamos se cumplan día a día y la capacidad de soñar que perdemos al ir creciendo.

Cuando veíamos los sneak peek de la serie antes de su estreno nos dejaba algo confusos, ya que todo gira en torno a un cuento de hadas y en realidad no sabíamos qué esperar. Sin embargo, la carta de presentación para la serie era el tener a Edward Kitsis y Adam Horowitz como escritores, lo que generaba curiosidad e incluso algo de morbo. Es así como en su estreno, la que figuraba para ser una serie mediocre fue uno de los mayores exitos de dicha cadena al conseguir casi 13 millones de espectadores en su primer episodio.

Once Upon a Time tiene muchas barreras y muchos estereotipos por romper, ya que lo primero que nos viene a la mente al saber que la historia gira en torno a un cuento de hadas es el final feliz, historias de amor y un mundo color de rosa. Los guionistas tienen un arduo trabajo para no ciclar la historia y no caer en las redes de un mero cuento de hadas y una historia sin fin (léase “El Décimo Reino”), a eso podemos añadir el tener que evitar comparaciones con “Grimm” (el primo lejano de esta serie).

El hecho de ver a los personajes de un cuento atrapados en esta realidad le da un plus a la serie al hacerlos más humanos. Es como una caja de padora, después de todo el mal liberado en el mundo al final sólo nos queda la esperanza, que esta vez es representada por el hijo de Emma (Jennifer Morrison) y nieto de Blanca Nieves (Ginnifer Goodwin) quien es adoptado por la malvada bruja (Lana Parrilla), y al parecer el único que sabe lo que en realidad pasa en “Storybrooke”.

A pesar de que ABC peca de pretenciosa al querer atrapar al público de todas las edades arrastrándolos a su infancia, tienen una historia redonda con actores que aportan credibilidad, matices, drama y hasta un poco de humor. Sin duda, Once Upon a Time nos tiene preparadas varias sorpresas para el resto de la temporada, de seguro más enfrentamientos entre Lana (la bruja) y Emma, otro enfoque al tema de la adopción y una historia que puede llegar a convertirse en el hit de la temporada de estrenos en serie.


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